El día antes de empezar preparas la mochila. Rotuladores, lapices, ceras, ilusión, nervios, en algunos casos miedo... Es una nueva etapa, pero no siempre un lugar nuevo, pues en algunos casos llevas yendo a ese colegio desde que naciste. Sabes que pase lo que pase no estarás sola, pues tu hermano está rondando por ahí, cuidándote.
Empiezan las clases y los profes y los mayores te conocen como "la hermana de...". Te sientes muy orgullosa, pero poco a poco te van conociendo, aunque siempre seguirás siendo la misma pequeña.
Vas haciendo tus propios amigos, piensas que siempre estarán juntos. No te imaginas no compartir el bocadillo, no pelearte con ellos y reconciliarte... "Siempre seremos amigos".
![]() |
Preescolar de 4 |
![]() |
Pasan los años y llega el instituto. Es otra etapa diferente, pero como ocurrió cuando empezaste en el colegio, algunos profesores te conocen, y los mayores igual. Sólo cambia una cosa, llegas con todos tus amigos. Sabes que conocerás a más gente, pero crees que pase lo que pase, la amistad seguirá siendo la misma.
Por una cosa o por otra, algunos amigos se separan, pero otros vienen. Se va creando ese grupito que, posiblemente, aun habiendo terminado el instituto, mantendrán el contacto.
En todos esos momentos importantes has contado con el apoyo de tus padres. Te han escuchado cuando tenias problemas, te han ayudado a resolverlos, te han guiado, te han acompañado. También está tu hermano, bueno, mi hermano. Ha sido mi protector. Cuando empecé en el colegio él me enseñó lo que debía saber y lo que no, como los motes de los profesores...Y como he dicho, me protegía de todo y de todos. Si tenía un problema ni si quiera me daba tiempo a contárselo, cuando llegaba a casa ya lo sabía y ya lo había solucionado. Y en el instituto exactamente igual.
![]() |
2º bach |
Llega la universidad y sabes que todo va a cambiar. Conocerás a un montón de gente, lo que no quiere decir que te vayas a olvidar de tus amigos, pues a estas alturas ya sabes quienes son los verdaderos. En la universidad no tendrás a esa persona que te proteja, aunque sabes que al llegar a casa estarán todos esperándote para que les cuentes cómo te ha ido el día. Lo que no imaginas es que no podrás compartir todo eso con ellos, o no de la forma en que a todos, familia y amigos, les gustaría. A pesar de todo tienes que sonreír, pues si tu lo estás pasando mal, ellos también... Se supone que todo es acostumbrarse.
Este más cerca o más lejos, se que siempre van a estar ahí. Pase lo que pase, suceda lo que suceda, eso es lo único que no cambiará.
No hay comentarios:
Publicar un comentario