Estar preparado es importante, saber esperar lo es aún más, pero aprovechar el momento adecuado es la clave de la vida.

domingo, 9 de septiembre de 2012

Nunca debes ir hacia atras, ni si quiera para coger impulso.


Llega septiembre. Sólo tienes 3 añitos, pero tus padres te llevan para que elijas la mochila que más te guste. Hay muchísimas, pero tu eres quien toma la ultima decisión. La primera decisión que tiene que ver con tus estudios. 

El día antes de empezar preparas la mochila. Rotuladores, lapices, ceras, ilusión, nervios, en algunos casos miedo... Es una nueva etapa, pero no siempre un lugar nuevo, pues en algunos casos llevas yendo a ese colegio desde que naciste. Sabes que pase lo que pase no estarás sola, pues tu hermano está rondando por ahí, cuidándote.

Empiezan las clases y los profes y los mayores te conocen como "la hermana de...". Te sientes muy orgullosa, pero poco a poco te van conociendo, aunque siempre seguirás siendo la misma pequeña. 

Vas haciendo tus propios amigos, piensas que siempre estarán juntos. No te imaginas no compartir el bocadillo, no pelearte con ellos y reconciliarte... "Siempre seremos amigos".


Preescolar de 4 





Pasan los años y llega el instituto. Es otra etapa diferente, pero como ocurrió cuando empezaste en el colegio, algunos profesores te conocen, y los mayores igual. Sólo cambia una cosa, llegas con todos tus amigos. Sabes que conocerás a más gente, pero crees que pase lo que pase, la amistad seguirá siendo la misma.

Por una cosa o por otra, algunos amigos se separan, pero otros vienen. Se va creando ese grupito que, posiblemente, aun habiendo terminado el instituto, mantendrán el contacto.

En todos esos momentos importantes has contado con el apoyo de tus padres. Te han escuchado cuando tenias problemas, te han ayudado a resolverlos, te han guiado, te han acompañado. También está tu hermano, bueno, mi hermano. Ha sido mi protector. Cuando empecé en el colegio él me enseñó lo que debía saber y lo que no, como los motes de los profesores...Y como he dicho, me protegía de todo y de todos. Si tenía un problema ni si quiera me daba tiempo a contárselo, cuando llegaba a casa ya lo sabía y ya lo había solucionado. Y en el instituto exactamente igual.


2º bach


Llega la universidad y sabes que todo va a cambiar. Conocerás a un montón de gente, lo que no quiere decir  que te vayas a olvidar de tus amigos, pues a estas alturas ya sabes quienes son los verdaderos. En la universidad no tendrás a esa persona que te proteja, aunque sabes que al llegar a casa estarán todos esperándote para que les cuentes cómo te ha ido el día. Lo que no imaginas es que no podrás compartir todo eso con ellos, o no de la forma en que a todos, familia y amigos, les gustaría. A pesar de todo tienes que sonreír, pues si tu lo estás pasando mal, ellos también... Se supone que todo es acostumbrarse.


Este más cerca o más lejos, se que siempre van a estar ahí. Pase lo que pase, suceda lo que suceda, eso es lo único que no cambiará.



martes, 3 de julio de 2012

La princesa que buscaba novio, Jorge Bucay


Había una vez una princesa, que quería encontrar un esposo digno de ella, que la amase verdaderamente. Sólo puso una condición: elegiría marido entre todos los que fueran capaces de estar 365 días al lado del muro del palacio donde ella vivía, sin separarse ni un solo día.

Se presentaron centenares, miles de pretendientes a la corona real. Pero claro, al primer frío la mitad se fue; cuando empezaron los calores, la mitad de la otra mitad también se fue; cuando empezaron a gastarse los cojines y se terminó la comida, la mitad de la mitad de la mitad, también se fue.

Habían empezado el primero de enero. Cuando entró diciembre empezaron de nuevo los fríos, y solamente quedó un joven.Todos los demás se habían ido, cansados, aburridos, pensando que ningún amor valía la pena. Solamente éste joven que había adorado a la princesa desde siempre, estaba allí, anclado en esa pared y ese muro, esperando pacientemente que pasaran los 365 días.

La princesa que había despreciado a todos, cuando vio que este muchacho se quedaba, empezó a mirarlo, pensando que quizás ese hombre la quisiera de verdad. Lo había espiado en octubre, había pasado frente a él en noviembre, y en diciembre, disfrazada de campesina, le había dejado un poco de agua y un poco de comida. Le había visto los ojos y se había dado cuenta de su mirada sincera. Entonces le dijo al rey:

- Padre, creo que finalmente va a tener un casamiento, y que por fin va a tener nietos. Este es el hombre que de verdad me quiere.

El rey se había puesto contento y comenzó a prepararlo todo. La ceremonia, el banquete e incluso, le hizo saber al joven, a través de la guardia, que el primero de Enero, cuando se cumplieran los 365 días, lo esperaba en el palacio porque quería hablar con él.

Todo estaba preparado, el pueblo estaba contento, todo el mundo esperaba ansiosamente el primero de Enero. El 31 de Diciembre, el día después de haber pasado las 364 noches y los 365 días allí, el joven se levantó del muro y se marchó. Fue hasta su casa, donde esperaba ver a su madre, y ésta le dijo:

- Hijo querías tanto a la princesa, estuviste allí 364 noches, 365 días y el último día te fuiste. ¿Qué pasó?, ¿No pudiste aguantar un día más?

Y el hijo contestó:

- ¿Sabes madre? Me enteré que me había visto, me enteré que me había elegido, me enteré que le había dicho a su padre que se iba a casar conmigo y, a pesar de eso, no fue capaz de evitarme una sola noche de dolor, pudiendo hacerlo, no me evitó una sola noche de sufrimiento. Alguien que no es capaz de evitarte una noche de sufrimiento no merece de mi, Amor, ¿verdad madre?



C
uando estás en una relación, y te das cuenta
 de que pudiendo evitarte una mínima
parte de sufrimiento, el otro no lo hace,
es porque todo se ha terminado.



jueves, 3 de mayo de 2012

Chiripa ♥


Cuando llegaste no sabia muy bien que quería, te pedí,  te busqué, pero aun así llegaste por sorpresa, por sorpresa para mi.

Eras tan buena que podía hacerte de todo, te vestía con la ropa de las muñecas, te hacia fiestas, te llenaba el cuerpo de moñitos pequeños, te secaba el pelo con el secador (amarrada, porque no te gustaba el ruido), te hacia sesiones de fotos con cambios de ropa incluido...

Muchos momentos en los que estuviste presente, muchos recuerdos. Uno que me pareció curioso fue cuando hicimos un viaje bastante largo en caravana y mareaste por el camino...nunca pensé que marearas.

Por todo lo dicho parece que estoy hablando de una persona... Para todos nosotros fuiste incluso más que eso, algo inexplicable, pero que llenabas la casa de vida...

Creo que no hace falta decir que se nota tu ausencia, que la casa está vacía y con ella nosotros...

Gracias por estos diez años Chiripa.












 






 







 






 






 






 






 







 







 







 








 




miércoles, 18 de abril de 2012

=)


Llega un momento en el que el temor nos paraliza. No sabemos que decir, que hacer...simplemente nos quedamos quietos. Después de intentar y conseguir actuar, pensamos que lo sucedido nos va a acompañar toda la vida, y probablemente así sea, pero lo que no vemos es que esto nos va a afectar en la medida de lo que cada uno permita. Sí, la teoría es fácil y la práctica difícil, pero si tan claro lo tenemos, ¿por qué no practicamos? Pues porque es más fácil llorar y pensar que si hubiesemos tomado otro camino la canción hubiese sido otra.

Ya has actuado y eres un adulto, o por lo menos, como tal quieres que te traten. Demuestra que así es, se consecuente con tus actos.

Hagas lo que hagas, hazlo con una sonrisa, porque los momentos amargos vienen solos. Disfruta de cada momento, de cada sensación, de cada situación, porque todo lo vivido es único, irrepetible.

No vivas pensando en que va a pasar después, disfruta del momento, dejate llevar y no pienses en el que diran.
































 




















































































Se tu mismo.